lunes

Estocolmo


Resaca electoral, entre mareas,oleaje y gaviotas, el tifón se llevó el bipartidismo pero desoló a su paso gran parte de la esperanza. Cuatro años con Rajoy que se hicieron interminables, corrupción tras corrupción. Dejan una España empobrecida, sin trabajo, con récord de exiliados, sin acceso a la justicia para muchos, a la educación o a la sanidad para algunos y sin dignidad para la palabra democracia, para todos.

La supuesta izquierda institucionalizada (el PSOE) no es distinta, ni ajena a la corrupción o a las desigualdades. Sin embargo, ayer más de 12 millones (casi 13 decir verdad) de españoles votaron al PP o al PSOE. Entiendo que probablemente eran las elecciones donde era más difícil elegir a quien votar; pero en las que alguien con un mínimo de conciencia crítica, tenía clarísimo a quien no votar.

Así las cosas, nos encontramos en una situación análoga a lo ocurrido en Italia a inicios de 2013 (de lo que hablé ya en este blog), dejando tres partidos empatados a puntos, en el que la negativa total del mal comparado con Podemos Movimiento 5 Stelle del oligarca Casalecchio impidió todo pacto.

¿Qué pasó entonces? Hubo un gobierno de unidad, en que todos los partidos estaban representados en la cámara de diputados, con un ministerio casi para cada partido, incluídos los tecnócratas del exbanquero Mario Monti, al que nadie votó nunca y que constituyó un partido que se hacía llamar Plataforma Cívica, ya desaparecido. Qué curioso, ¿verdad, Albert Rivera?

Ese gobierno, con Letta al frente, duró lo que tardó el sistema en reaccionar al ataque al bipartidismo. Así hicieron subir como la espuma artificiosamente a un Renzi (apodado comúnmente Renzusconi) que supuestamente desde el centro izquierda democristiano gobernara el país, casi con el mismo centrismo que el ex falange y perteneciente al gobierno de Franco, Adolfo Suárez.

Así las cosas, que Podemos haya irrumpido con fuerza es positivo, que Garzón no quisiera confluir entonces puede que haya condicionado (dado nuestro deficitario sistema electoral) muchas cosas. Pero que tanta gente que ha sufrido cuatro años con Rajoy y PSOE y sus formas de corrupción, a veces legales como las puertas giratorias, le haya votado, me resulta un insulto a la inteligencia.

Ayer no pude votar desde Italia, a pesar de haber rogado (literalmente es así como se llama el trámte) mi derecho al voto un mes antes de que acabara el plazo, siento mayor desapego que antes por mi país y como está organizado por esto, es lógico. Pero desde fuera, lo único que puedo pensar, es que muchos españoles sufren el síndrome de Estocolmo; que están tan traumatizados por los recortes (económicos, sociales, de derechos y culturales) sufridos día tras día, que les parece la normalidad. Acostumbrados a ser cautivos, acaban amando a su captor.


Muchos hablaban de parecernos más a las democracias nórdicas, por ahora, España se parece solo formalmente, en el padecer un colectivo síndrome de Estocolmo.

viernes

Niños de la guerra

¿Qué es la verdadera infancia? ¿Es divertirse? ¿Jugar? Si es así, yo no tengo verdadera infancia, porque todas mis acciones tienen el fin de conseguir comida; y por si fuera poco, estoy en manos de la muerte inesperada. Hay problemas de hambre y de guerra.

Estamos todos en peligro de muerte, al acostarnos nos preguntamos si nos levantaremos por la mañana; o por el contrario, un fatídico misil se nos llevará la vida. Somos, yo y todos los niños iraquíes, niños de la guerra. Nos levantamos y hemos de cargar con robustas armas, y matar a personas tan o más atemorizadas que nosotros.

A veces me pregunto, ¿qué culpa tengo yo? Pero los líderes políticos me obligan a defender mi territorio matando a gente. Es irónico, debemos salvar nuestras vidas, quitándosela a otras personas.

A mí no me importan los motivos políticos de la guerra que está ya sobre nosotros, lo que me interesa es que esto se acabe ya. No sé lo que es vivir tranquilo, ni tampoco lo que es comer cada día y tener verdadera infancia; sólo sé que soy un niño de la guerra, para la guerra y que morirá, como otros muchos, en la guerra. Sólo pido PAZ.

David Carmona López
2º ESO

(Ésta es la trascripción exacta de una redacción que escribí allá por 2003, con trece años, en clase de lengua teniendo una hora de tiempo y temática libre. Que decidiera esa temática con esa edad me sorprende todavía hoy. Que el texto pueda referirse a hoy día o que me siga llegando al corazón ya con 26 años, me maravilla aún más. Es la primera vez que lo paso a ordenador, fui finalista en el concurso de redacción de una famosa marca de refrescos gracias a él) 

jueves

Nosotros y ellos

"No tienes porqué tener una opinión sobre todo, pero si la tienes, que de verdad sea toda tuya"; esa fue la primera frase que me vino a la mente tras ver la reacción a los condenables (como todo atentado a la vida a manos de otro ser humano) actos terrorísticos de París. Me sorprendió la verborrea geopolítica en redes sociales, que a veces parecían ampliaciones de titulares o de memes que giraban por Internet; todo ello aderezado con tremendas dosis de hipocresía.

No voy a analizar DAESH ni los atentados, no creo tener preparación para ello, aunque no quita que me siga informando cada día. Me resulta llamativo acordarse ahora de que existen otros ataques terroristas a inocentes en otros países, recordar que El Líbano ha sufrido un ataque un día antes o de Nigeria, en una verdadera guerra civil (comparable por crueldad con la de Colombia y las FARC o la violencia institucionalizada contra periodistas y bloggers incómodos en México) con Boko Haram. Guerra que inicia a traspasar las fronteras de Chad y Camerún. No me pareció ver la misma reacción cuando Estados Unidos bombardeó un hospital de Médicos Sin Fronteras en Afganistán, a pesar de que sabían que era un hospital  y les avisaron durante el propio bombardeo. Tampoco muchos han comentado algo de la situación del Sáhara Occidental, tras las tremendas inundaciones de hace unos meses. Por ello, las dosis de hipocresía.

No son tiempos fáciles para la filantropía. Desconozco si era objetivo principal de los terroristas, pero lo primero que han conseguido es dividirnos (aún más). Hablar de nosotros y ellos. Nosotros contra ellos y ellos contra nosotros. Aplaudiendo una nueva invasión y cuestionando a los refugiados de guerra que se siguen jugando la vida con el único objetivo de no perderla, tan paradójico como suena.

Es inútil repetir lo que sabemos, que esto deriva del expolio de Afganistán e Iraq culminado en 2003-2006, aunque iniciado antes (esta última por cierto, de los países más avanzados y mejor tasa de alfabetización de todo Medio Oriente, antes de que Bush padre iniciara con los primeros bloqueos económicos, tras lo que vinieron las invasiones que todos conocemos). Es triste que se justifique otra invasión, no sólo por la invasión en sí, sino por olvidar que existen civiles, personas como nosotros, aunque para nosotros sean ellos. 

Estoy seguro de que a una gran parte de la población española le hubiera gustado que algún país democrático nos liberara del franquismo irrumpiendo en el Palacio del Pardo. Bombardear Madrid, Asturias o Granada no haría más que matar civiles, junto a los simpatizantes de la dictadura. Esto significa bombardear "zonas controladas por" el sistema opresor. Es el nuevo "daños colaterales", un baño de sangre de civiles.

En palabras de Javier Gallego (conocido como Crudo), en uno de los mejores análisis sobre el tema que he escuchado, los atentados de París han propiciado el click definitivo para justificar un excluyente o ellos o nosotros. Dice que las muertes de París nos afectan, porque son personas de nuestra cultura, que salen un viernes a cenar o a un concierto, en una ciudad que todos conocemos, de los que vemos fotos sonrientes, enamorados o bromeando, antes del atentado. Sin embargo, en Nigeria, Afganistán, Siria o Palestina solo los vemos muertos. No vemos sus vidas, e incluso nos sorprende que algunos vistan con vaqueros y camiseta como nosotros. No los imaginamos amando, divirtiéndose o bromeando, los podemos imaginar solo en la miseria y muriendo. No nos duelen tanto sus muertes porque no les concedemos la propia vida.

Son malos tiempos para la filantropía, como decía, y en este caso no son (sólo) cómplices los medios tradicionales, sino las redes sociales. Me preocupa la limitación de la diversidad en Internet, que todos hagamos lo mismo al encender un ordenador, con la inmensidad existente en la red. Me preocupa que trending topics y tendencias, canalicen la agenda, de lo que hablamos. Me da la sensación de que hay días en los que todos comentan una misma cosa en redes sociales, como sucedió con los atentados de París, como si no hacerlo significase no "estar en la onda" como cuando, valga el ejemplo banal, alguien no había visto la serie de turno de la noche anterior en TV. Creo que las teorías de gatekeeping y agenda setting se están cumpliendo también en el medio web, y que esta vez los usuarios somos más cómplices de ello que nunca. 

En mi opinión personal, empezar una guerra de nosotros contra ellos es algo equivocado, bombardear civiles no es una solución sino una fuente de dolor y refugiados. Sería interesante ahogar económicamente a países como Arabia Saudí o Qatar, donde algunos de sus ciudadanos (a través obviamente de asociaciones y organizaciones pantalla) financian el movimiento salafita que alimenta el terrorismo que nos ocupa. Bastarían sanciones económicas, pero no conviene, porque ellos han entrado en el juego neoliberal; compran nuestras armas y nos venden su petróleo a buen precio, han permitido la entrada de multinacionales para explotar su terrirorio. Algo que intentó proteger Sadam en su tiempo, y cuyas consecuencias aún colean hoy.

Perdonad si he acabado hablando de geopolítica en algún momento, no era mi intención, el primer problema es psicológico: perceptivo y emocional. No hay una lucha nosotros contra ellos. Debe ser todos contra la barbarie. Y bombardear civiles es siempre una barbarie, independientemente de que lo haga USA, Francia o las tropas terroristas del DAESH.

domingo

Ojos que brillan de vida

Un hijo es lo más grande que te puede pasar en la vida. Es puro amor materializado en carne y hueso. Es la unión de dos almas que se aman. Una tormenta de paz y una tranquila brisa cargada de energía que llega a tu vida cada día. Es el despertar animal de una capacidad innata para amar incondicionalmente, para proteger, para enseñar, para educar, para jugar, para crecer, para vivir...y ser feliz.

Un hijo o en mi caso, una hija, supone abrir los ojos cada día buscando su sonrisa y adormentarse al son de su respiración pausada. Es escribir y escribir, relatos y poesías, a dos manos, sin parar, y que la inspiración no cese nunca. Porque una hija es inspiración. Inspiración divina (y lo escribo aún siendo ateo), que no existía hace poco pero que la sientes como que estuvo ahí siempre. Como si toda tu vida hubieras estado esperándola, a ella. A tu pequeña.

Familia y Hogar son dos palabras cuyas mayúsculas pesan demasiado y tremendamente frágiles en el léxico contemporáneo, porque tienen que ver con expectativas. Pero cuando logras una de ellas, no te planteas la siguiente. Solo lo vives con una sonrisa, con el corazón tranquilo; jalonado de sonrisas y curado a base del temor de todo padre, de que todo vaya bien.

Es ridículo decir que las prioridades cambian, porque cambias tú y toda tu vida. Aunque más que cambio, yo creo que ser padre nos devuelve a nuestra esencia. A lo que somos, lo que podemos llegar a ser. Una vez hace mucho tiempo escribí que somos lo que seremos sin miedo a saber lo que hemos sido. Hoy es una frase que me suena casi profética.

Un hijo o una hija es lo más grande que te puede pasar en la vida. Creedme. Porque no hay más felicidad que en la eclosión de una nueva vida.

De un padre enamorado a los amores de su vida.

jueves

Retahíla estacional improvisada

No culpes al otoño de tu melancolía, no pretendas que la primavera te traiga la alegría perdida. La frialdad del invierno no dará paso a más fantasía que la que el verano dejó entre bambalinas en el teatro del tiempo. El agua de la lluvia no borrará las huellas de la orilla, ya marcadas desde hace años, de un enjambre de pies que caminan y caminan, sin mirar lo dejado atrás, sin buscar el significado de la mar. Sólo caminan.

Que las estrellas no te distraigan de la luna, ni los satélites artificiales banalicen tu atención y canalicen tu intención. Su brillo, el de la luna, sólo se refleja en pupilas que se emocionan al verla. Si no sueñas con alcanzarla quizás nunca puedas llegar a tocarla. El viento impulsa esos sueños que en la estratosfera se detienen, topamos como de costumbre con la jerarquía de las cosas, con la obediencia ciega a las leyes, a la tiranía de la física cuántica.

Culpa al paraguas que para la savia nueva, y no a la gravedad de la caída de las hojas. Culpa la falta de sombra, pero no culpes al sol. Sal desnudo de tu escondite y visita otras cabañas, y cuando vuelvas con el pecho hinchado y el corazón henchido, vuelve a respirar; como si fuese algo nuevo. Olvida el oxígeno y piensa en el aliento que transmites. Vuelve a vestirte y piensa en que nada puede pararte, en que nadie tiene la culpa. Que la condiciones son relativas, y aunque tu mismidad no sea absoluta, el alma que dejas a cada suspiro sobrevivirá tras tu paso en otros cuerpos.

Pero no te lamentes, lucha.
No culpes, busca.

miércoles

Ética difusa cotidiana

La ética no se puede negociar. Si ser racionales nos identifica como humanos, es la ética la que nos permite ser animal social. El problema de la ética (no confundir con el moralismo o el buenismo) es que tiene extremos difusos que no pueden ser recalcados de manera objetivo. No son pocos los dilemas éticos que me planteo cada día, y estoy seguro que no soy el único que se los plantea; como de que la respuesta que les damos depende del punto de vista del que se los observa.

No es la primera vez que abordo el tema, que no haya un sueldo mínimo internacional, con tablas de equivalencia, para evitar la esclavitud o el trabajo infantil. Y sobre todo, un techo de sueldo, lo he tratado anteriormente en el blog. Hoy me ha llamado la atención al entrar en Twitter un hashtag patrocinado: #CronacheDiFrontiera (Crónicas de frontera) patrocinado por SkyTG24News, es decir, el canal de televisivo de noticias 24 horas de la red privada Sky. En él como se puede intuir, se intenta dar cobertura a la dramática situación en las fronteras del sur de Europa por el drama de la inmigración. Olvidando, por cierto, una de las más denigrantes en cuanto a violación de los derechos humanos: la frontera de Melilla con Marruecos. ¡Qué casualidad!

No es difícil imaginar donde salta el dilema ético. Por supuesto el flujo de personas que escapan de la guerra o del hambre es un drama ante el que se necesita actuar, actuar informados, lo que legitima una cobertura especial. Querer dar máxima difusión a través de las redes sociales a tal fin, parece lógico. Firmar la cobertura a un drama humanitario con tu marca (el objetivo de Sky no deja de ser ganar notoriedad y a fin de cuentas, su propio beneficio económico como toda empresa privada) y pagar a un soporte (en este caso Twitter) para que todos lo vean, da lugar a cierta controversia. Al menos para mí.

Es el matiz publicitario lo que molesta. El hecho de pagar y firmar una comunicación camuflando todo bajo una acción de supuesta información sobre el mayor drama de nuestros tiempos. De alguna manera frivoliza a esas personas, como si conveniera que continuase su drama para seguir informando y ganando notoriedad. Seguramente (espero) no sea así; pero deja esta sensación.

Un caso análogo, aunque en menor medida, sucede con la publicidad del tercer sector. Que una organización que lucha por los derechos humanos pague para posar en medios junto a marcas que oprimen en países subdesarrollados (directamente o a través de subcontratas) como Samsung, Apple, Nike o Adidas...sólo por mencionar algunas marcas, deja algunas cuestiones éticas abiertas. Me gusta pensar que estas organizaciones pagan menos por esta visibilidad o no lo hacen. En caso contrario, éticamente dejaría mucho que desear.

Por último, hubo una situación que viví hace unos meses en un autobús de línea en Florencia que me dio que pensar. Explico el contexto: delante de mí, una madre con su hija de unos dos años. En la siguiente parada, subieron tres mujeres asiáticas, probablemente chinas, que no paraban de mirar disimuladamente a esta madre con su hija hasta que bajaron del autobús. Entonces me di cuenta de que la hija tenía rasgos orientales, que la madre no, por lo que probablemente era adoptada (o su padre era oriental). Aun si éste no era el caso, existen muchos padres que se ven avocados a adoptar por diversos motivos, algo más que respetable.

La cuestión moral de lo anterior me abordó en cuanto a adoptar personas nacidas en otro país, y sobre todo, en países desfavorecidos. Ese matiz etnocentrista de dar "otra oportunidad" a esa persona en un país con menos desigualdades. La bondad de esta acción es legítima aunque se debate en una línea muy estrecha en cuanto a la pérdida de identidad de los niños adoptados, esa especie de salvación de personas llevándolas a tu realidad, en lugar de ayudarles a mantener su cultura y su identidad, permitiéndoles llegar a tener una vida digna en sus países de origen.

Sé que cierta interpretación de mis palabras, puede acabar tildando de racismo el párrafo anterior. Interpretación errónea, ya que no veo negativo en sí este tipo de adopción. Pero entiendo que va estudiado caso por caso, y que siendo el objetivo aumentar la calidad de vida de un niño chino (por poner un ejemplo) hay muchas formas de luchar contra las desigualdades que sufren, promovidas por empresas mayoritariamente americanas y europeas, antes de hacerlo escapar en una especie de éxodo a la tierra prometida.

He conocido de primera mano casos de niños saharahuis que venían adoptados en España y os juro que en un momento dado sentían un cierto sentimiento de culpa por haber escapado y no arreglar la situación en su país natal o lo que es peor, rabia a sus padres adoptivos guiada por la impotencia de no haberlo podido hacer.

Como decía al empezar este post, son dilemas éticos que me invaden el pensamiento cotidianamente. No son los únicos ni los más importantes, por supuesto, pero tampoco desdeñables. No tiendo a ser pragmático, pero haciendo una excepción, si este artículo sirve para que alguien se replantee el mundo en que vivimos, este blog seguirá conservando su razón de ser.

viernes

Sobre independencia, secesión y democracia

Este texto lo escribí hace mucho tiempo y estaba entre los bocetos del blog. No se permitió una consulta popular democrática en su momento y ahora, con elecciones plesbicitarias en vista, todo se ha polarizado. A continuación el texto original:

Soy andaluz y por extensión español y estoy a favor de la consulta en Cataluña. ¿Tan difícil puede ser entender que apoye un evento de participación ciudadana en mi país aunque sea en otra comunidad autónoma? Os aseguro que en ningún lugar de Europa lo sería, pero claro, Spain is different, muy a nuestro pesar. 

Sé cuanto se habla de la marca España, de la Unidad, de una sacrosanta Constitución y del ridículo que este gobierno hace de contínuo internacionalmente. Pues bien, soy español y vivo desde hace más de cuatro años fuera, y os aseguro que el ridículo de nuestro país es aun mayor del que muestran las noticias cada día. Las personas de distintas nacionalidades que he encontrado y han visitado España, dicen tener miedo de una policia fascista que primero golpea y después pregunta, de un gobierno que hace las cosas a base de decretos, que comparece sólo a través de un monitor, que está implicado en casos de corrupción graves ante los que lo único que queda son los chascarrillos del “salvo una cosa” o el “ya tal”, en los que se encarcela gente que lucha contra desahucios, se inhabilitan jueces con una facilidad pasmosa, se prohíben conciertos y se multa a gente reunida en parques a las 12 de la mañana, se deja en libertad banqueros y se indultan políticos. 

La gente que me pregunta preocupada, y no es gente precisamente ignorante, sino estudiantes y licenciados en ciencias políticas internacionales, por la dictadura enmascarada de España, por la persecución en las redes sociales, por la imposición de una monarquía anquilosada y la insultante impunidad de una clase política, la compra de los medios y en particular, la falta de libertad, se sorprenden aun mas de la falta de libertad cuando entro a contar detalles, como la no asistencia a inmigrantes, cuya petición en otro país correspondería a partidos de extrema derecha y serían suspendidos.
No son pocos los que ademas me preguntan cómo es posible que un gobierno democrático suspenda una consulta popular. Yo les respondo que tambien ha ignorado ya iniciativas populares y clamores mayores. Os aseguro, catalanes y catalanas, que en Europa la mayoría de personas racionales apoya la consulta, yo me incluyo. 

Porque no, apoyar la consulta no es apoyar la independencia. Es apoyar la democracia. Al igual que no significaba ser republicano apoyar una consulta sobre la monarquia. La democracia supone aceptar el resultado de un referéndum, la soberanía del pueblo, un ejemplo se encuentra en Escocia donde jñovenes pro independencia lloraban por las calles y se lamentaban, pero aceptaban con tranquilidad el resultado. Tampoco creo que la suerte de una región la deban votar todos los ciudadanos del país como sostiene la derecha española, o al menos, no en el primer momento. Sí en una fase decisiva.
Somos un país de pandereta, de clichés, que vive de turismo y subvenciones a partes iguales, con un paro insultante, lleno de políticos ineptos que acaban como directivos en multinacionales y bancos que mandan a sus cachorros a formar la nueva generación de políticos, y así se cierra el círculo. La falta de democracia en Cataluña nos afecta a todos y todas, sino directamente, sí potencialmente.

Cataluña debería haber podido votar, pero votar informada y es precisamente aquí donde radica el mayor fallo de la democracia, en su esencia, el poder radica sobre el pueblo, y no podemos negar que gran parte de la humanidad es ignorante, de manera activa o pasiva, por inercia, inacción u omisión; pero su voto debe ser respetado. Os lo digo desde el país que eligió Berlusconi porque les prometía salir de una crisis económica y la creación de millones de puestos de trabajo en 1994, sin embargo Rajoy en España ganó prometiendo...exactamente lo mismo. Saquen sus propias conclusiones.

lunes

La máscara que servía de cáscara

Sin su careta el funambulista perdió el norte,. Hasta entonces el contexto siempre le pareció bien delimitado, a veces más seguro, otras frágil y dócil cual pantalón vapuleado en un tendedero por el huracanado viento que antecede una tormenta de verano; pero al fin y al cabo: acotado.

El equilibrio se consigue caminando, dice a los inexpertos, a los que de simple equilibristas quisieran ser como él, hacer malabares sobre una fina cuerda, hacer piruetas y giros inesperados, todo ignorando la existencia de la cuerda tensa y el peso de la gravedad. Esa impasividad atrae, se confunde con seguridad propia. A veces más por contexto y comparación que por real, quizás el gato sea fiero comparado con una tortuga, pero no con un lince.

Esa careta no se la quitó nadie, tampoco la dejó olvidada; se deshizo con el tiempo, con la erosión de vientos fríos que camuflaban la humedad en continuo incremento cuyas trazas calan hondo en apenas segundos. Sujetó con todas sus fuerzas lo que quedaba de ella, no era posible, no lo fue. Tuvo que aceptar y continuar, intentar no retroceder, no ceder ni exceder, buscar el término medio como táctica, apuntar a lo máximo como estrategia.

Buscó origen de cada uno de sus juegos, se apasionó por otros trucos, otros circos y otras maneras de manterner el equilibrio. Abandanoba cada noche lo que el amanecer le traía, ignorando los aplausos que en silencio se ganaban. No alzaba la voz, tampoco buscaba un foco. Pero llamaba la atención, más que su voz, su eco.

En un punto de inflexión, como borde de abismo infinito, la máscara se volvió cáscara y por ello desechable. A cara desnuda mira ahora el mundo, siempre en equilibrios imposibles, siempre evitando inercias aunque apoyándose a veces impasible. Descansando en cada sombra, reflejando cada rayo. En un océano de cotidaniedad el funámbulista construye su barco, con dos mástiles bien fuertes y tres fieles compañeros de viaje. Las cartas de navegación no sirven, ni remeros, ni equipaje. Sin su careta perdió el norte y a sí mismo se ha encontrado.

miércoles

La Red Única (Analizando el uso hodierno de Internet)

Internet ha cambiado con los años y con él nuestra forma de utilizarlo. Perdonad por el absurdo aroma a epíteto publicitario que rezuma la frase anterior; ya saben, aquello de la deformación profesional; pero sinceramente es cierto. Ya desde las teorías de la comunicación contemporáneas, sabemos que la audiencia no es estática y, por tanto, el uso que hace de los medios cambiará en consonancia al propio medio.

Mi generación lo ha comprobado con la televisión, aunque en menor medida que las anteriores con la radio. Respecto a internet, probablemente somos los últimos nativos no digitales que han conocido la red progresivamente, aunque integrados (además en el más puro sentido de Eco) en ella como cualquier nativo digital, haciendo desaparecer, al menos aparentemente, la brecha generacional respecto al medio.

La web es información y comunicación, una revolución para el mundo académico y laboral, dada la inmediatez relativa para ser documentado. En última instancia, la web es diversión y entretenimiento. Los de mi generación (que llamaré del 89) hemos vivido cronológicamente cada etapa. Hoy día, todos asociamos Internet a ocio, entretenimiento y comunicación; dejando a un lado el resto de los factores descritos que lo componen y le permiten ser un medio único en su especie.

En gran parte, la viabilidad económica del medio ha aportado su granito de arena para que grandes corporaciones y gigantes de la comunicación compren sitios independientes. Es curioso ver como la gente proclama que se informa por Internet porque la televisión y prensa manipula, pero lo hace leyendo la versión digital de los mismos medios o pseudoblogs asociados al mismo editorial de los soportes offline.

Por no hablar de las temibles (siempre en mi opinión) conclusiones del estudio del Pew Research Center  donde se evidencia que cada vez más gente se informa exclusivamente a través de las redes sociales, prevalentemente dos: Facebook y Twitter.

¿Por qué es esto temible? Primero porque son redes con la capacidad de borrar post, enlaces o comentarios que consideren ofensivos o fuera de la normativa de su sitio que por contrato has aceptado con el mero uso del social media.

Segundo, el sensacionalismo, el llamar la atención y la potencial viralidad de lo que se comparte están por encima de todo en estas redes, o mejor dicho, el criterio periodístico brilla por su ausencia, así imágenes polémicas sacadas de contexto o textos sesgados se expanden como la pólvora diariamente. Dando por cierto, en muchas ocasiones, cosas sin serlo (al menos) totalmente y sin una segunda fuente de información para cotejar (y en ocasiones sin ni siquiera la fuente original...)

En tercer lugar, estamos en un espacio pensado para la comunicación y el entretenimiento, no para la información. Puede parecer de perogrullo o una categorización innecesaria, pero creo que hace falta recordarlo. Las redes sociales, sobre todo Facebook, se utiliza como modo de mantener contacto con amigos, familiares, conocidos y líderes de opinión. Como es obvio dicho todo lo anterior, tendemos a mantenernos en contacto con personas cuyos pensamientos, opiniones o modo de vida se parecen más a los nuestros. Como consecuencia lógica, la imparcialidad de lo que leeremos será cuanto menos controvertida, mucho más si como dice el citado estudio, usamos exclusivamente estas redes para informarnos.

Afortunadamente no fue siempre así, hubo un tiempo en el que se entraba a la red para leer. En este punto, se descubrió una de las mayores potencialidades de la red: poder crear contenido propio para ser divulgado mundialmente. Cierto que se creó también una burbuja, todo hijo de vecino tenía un blog, muchos con contenidos de baja calidad o textos copiados de otros blogs o sitios; además de una cierta especulación al pretender monetizar la actividad de la bitácora, por encima del propio contenido del mismo, que es su esencia. Algo parecido a lo que sucede hoy día con Youtube; nos hemos cansado de leer, nos exige una concentración que hoy día no tenemos tiempo de tener. Vamos con prisa hacia ningún logar, parece estar prohibido aburrirse.

Pero no nos perdamos en excepciones, los especuladores siempre aparecen cuando hay una novedad a explotar, pero el tiempo los pone en su sitio. Hablo de blogs documentados, en los que merece la pena zambullirse y leer, leer otras opiniones y puntos de vista. Si sabéis otras lenguas, decubriréis cosas interesantísimas sobre otras realidades distintas a las vuestras; sé que es fatigoso y requiere tiempo encontrar buenos blogs. Al fin y al cabo, Youtube killed the blogger star y la denominada blogosfera es un gran cementerio de elefantes, con muchas y brillantes excepciones que guían el camino.

No tengo nada en contra con el hecho de informarse por la versión digital de medios convencionales o por redes sociales. Simplemente digo que quien lo hace, no se está informando objetivamente ni está escapando de líneas editoriales. Es decir, no se diferencia en casi nada de aquel que lo hace por los llamados medios convencionales.

Toda vez que los especuladores dejaron la blogosfera para explorar Youtube. Existe un universo que aún goza de algo de libertad en la red, probablemente sea un nostálgico, pero echo de menos saltar de blog en blog leyendo textos de personas independientes, informados, que escribe por el mero placer de hacerlo. En esta tónica quiere encajarse Brainsploiding, y esa es su mayor fortaleza. Perdonad si acabo el post con otro epíteto publicitario (deformación profesional, ya saben); pero también en este caso, no por obvio es menos cierto.

martes

Cuotas de humanidad con intereses

Vergonzoso, lamentable, verdaderamente indigno. Se agotan los calificativos para lo que está haciendo este gobierno. Si en política doméstica y tras la aprobación de la ley mordaza, se vuelve a tiempos oscuros (y no es algo que diga sólo yo, el propio New York Times le ha dedicado un editorial) no lo estamos haciendo mejor en política exterior.

Medio mundo se echa las manos a la cabeza por la construcción de una barrera más alta en Hungría para evitar el paso de serbios y macedonios o por la interminable deriva de personas de etnia Rohingya perseguidos en Bangladesh y no considerados ciudadanos (y por tanto rechazados) en Tailandia y Malasia; condenados a morir en el mar, sin identidad, sin dignidad. Mientras esto sucede, nosotros en España continuamos a devolver a los REFUGIADOS (en mayúscula, dado el matiz despreciativo que últimamente se adueña de la palabra inmigrante, digamos las cosas como son: refugiados que escapan de guerras y terrorismo diario) negándole todo derecho a ser identificados como tales, tras la tortura de las cuchillas de la valla.

Hoy se ha escrito un nuevo epígrafe en el capítulo de nuestra nefasta presencia en política exterior, que hace pesar el libro de los horrores de la España de hoy día. Tras la EMERGENCIA (también en mayúsculas, porque vivo en Italia y creedme, aquí llegan el doble de refugiados que a España) de Italia y Grecia, a causa de una África en guerra contínua: Frente Al-Nusra, Boko Haram, el infierno eritreo, la anarquía líbica o el continuo belicismo sud sudaní, sirvan de ejemplo. Como decía, a causa de esta emergencia humanitaria y gracias a la presión popular (y no al contrario) la Unión Europea se ha visto obligada a romper con su estado de inactividad por inercia.

Se ha debido llegar al extremos en Ventimiglia en la frontera Italia-Francia y con la acampada improvisada de las estaciones de Roma y Milán, para que se reaccione. Una acción que agradecerán sobre todo los habitantes de Lampedusa y el sur de Sicilia, que se ven desbordados a cada día que pasa. Sin olvidar la isla de Kos en Grecia.

Se ha llegado al extremo, al máximo de la hipocresía, al utilizo superfluo de la palabra solidaridad europea; que brilla por su ausencia. En este contexto, la solución parecía pasar por cuotas obligatorias de acogida de refugiados. Solidaridad y humanidad obligada. No obstante, este sistema de cuotas se mueve, por directivas europeas, sobre base voluntaria.

A estas cuotas, calculadas teniendo en cuenta la población, el PIB, el nivel de desempleo y otros parámetros macro y microeconómicos, se han negado países como Hungría y Austria, y han mostrado públicamente su rechazo Polonia y España. Sí señor, nuestro país destaca una vez más por la intolerancia y la falta de humanidad de sus gobernantes.

No creo que el sistema de cuotas no es justo, la mayoría de estas personas tienen familiares o amigos residiendo en algún país concreto de la Unión Europea. Que me obliguen, por ejemplo, a vivir en España, cuando mis hijos residen en Alemania, no es una gran solución; sino una patada hacia adelante.

Si realmente se quiere solucionar estos flujos migratorios, se debe atacar a su causa. Ayudaría mucho dejar de vender armamento a los grupos terroristas. Y España, siendo uno de los que más exportan a países como Arabia Saudita o Catar (cuyos oligarcas invierten mucho en estas "revoluciones islamistas") tendría mucho que decir en el tema. Y nosotros, como españoles, mucho de lo que avergonzarnos, una vez más...

sábado

MKT

Vende. Como quieras, pero vende. Comunica pero vende. Con buen diseño pero vende. ¿Entiendes?
No importa, la situación del ciudadano; el ciudadano es un cliente. No son la audiencia son clientes. Ellos nos pagan sonrientes. Son nuestra razón de ser.

Comunica, con buen diseño si quieres, que se entienda y se perciba, letra legal en cursiva, más pequeña de lo normal. Alimenta. Esta industria se alimenta. Es la que a ti te da las rentas. El sistema se perpetúa, tiene tu mente como ofrenda y tú lo sabes bien.

Vende. Y recuerda la santa triada: facturado, margen y útil. Del resto no importa nada. Sólo el cliente, si se vende. Por ende, vende. Y que sonrían jerifaltes, que sigan siendo gigantes, esclavizados desde lactantes por la sociedad que les tocó vivir.

Tú que me lees, compra. No se te olvide. Compra. Necesitas tantas cosas, sin esos objetos no podrías vivir. Que la cadena no se rompa. Sé un cliente feliz. Felicidad febril.

lunes

Autoretrato del niño dentro de la piel del oso

A veces creo no estar preparado para la vida adulta, no son pocas las ocasiones en las que la idea de rutina aparece dolorosa, como mil alfileres por toda la piel. La vida era más fácil cuando era un juego, un juego en el que divertirse, divertirse que era vivir; una vida que divertía. No son las responsibilidades, sino la actitud lo que importa. Realmente estoy preparado aunque a veces crea lo contrario, solo que la mente vuela a cotas de altura que la razón desconoce.

Temblor social sin epicentro aparente, derroche de nervios a flor de piel y estándares contradictorios, como caminos de albero que no llevan a más que a la polvareda que se levanta al caminar por ellos. A veces la interacción cuesta, también cuesta creer que se vaya a peor, que se degraden lazos, que se intimidiscan miradas, que buscan un trasfondo, que husmean un horizonte cristalino y no encuentran más que rutilante parsimonia, con algún sobresalto puntual, en su mayoría en forma de desafío, como reminiscencia del juego perdido.

La vida deja de ser juego, o al menos, pierde un poco esa característica, o bien invierte marcha con el horizonte tras las cortinas. Se cierran ventanas y se abren puertas hacia una habitación minúscula pero con amplios pasillos. La vida adulta te permite ir por el centro y llamar la atención del resto, creando envidia y admiración a partes iguales. O ir pegado a un lado o al otro del mismo, correr, saltar, detenerte peligrosamente o arrastrarte. Pero es siempre un pasillo, amplio, pero con límites.

La imaginación desborda como consecuencia lógica, la escritura materializa los mundos que en ella se intuyen. Ríos de tinta y lagos de bytes. Sin ningún objetivo más que relajar una mente que no para, que no sabe dejar de volar y que aprovecha el ansía del día a día como catalizador.

Socialmente no es fácil compatibilizar la enorme actividad interna con una aparente tranquilidad que roza lo aburrido. No hay nada más aburrido que un hombre que no se aburre. El aburrimiento mata, pero tiene un rigor post-mortem que obnubila los sentidos. Sin hastío no habría nada que lo remediara, el binomio funciona también aquí, el niño sale de la piel del oso para volver dentro con fuerza. No por prisas, ni por necesidad; es por obedecer su naturaleza más íntima. La que le define, por la que jamás nadie le habría definido.

No hay sombras ni traumas, ni pasados ni presentes, sólo pueriles deseos de jugar. De que la vida adulta sea también juego. La vida sigue siendo maravillosa, cada vez más. corazón, mente y manos están pletóricos, no es esa la cuestión. Volvamos a lanzar los dados y pasar horas divagando sin presión. Juguemos la vida (una vez más).

martes

Entretener, formar (opiniones sesgadas), desinformar. Informativos que amplían el concepto de telebasura.

No hace mucho, en 2011, cuando vine a vivir a Italia, declaré que no veía los telediarios españoles porque me hacía daño, ver la situación que se vivía y como podría ser evitable y como el ciudadano de a pie fue el único que sufría (y sufre) la crisis, siendo además responsabilizado por ello. Una especie de víctima y verdugo al mismo tiempo.

El otro día vi por primera vez en mucho tiempo un informativo de la uno RTVE. Decir que es un panfletín ideológico es hacerle un favor, sinceramente no sabría si el telediario era de España o de Corea del Norte. No suelo entrar en descalificativos y respeto enormemente la profesión del periodismo; es por esto mismo, que me veo en la obligación moral de alzar la voz cuando veo que se pierde el rumbo. Y lo que es más grave, que se pierde sin que los receptores se den cuenta.

La televisión no es un medio más, sino el medio rey. No me importa la penetración de los medios online, vivimos en una población demográficamente envejecida; por lo que la televisión mantiene su hegemonía en el plano general. Creo, entonces, que es importante que una televisión pública nacional revise los conceptos de rigor periodístico, criterios de noticiabilidad o deontología de la profesión, en la realización de sus servicios informativos.

Se abre el informativo y con él una noticia que ocupará más minutos de lo razonablemente normal: El PP cambia a algunos de sus portavoces. Las siguientes dos noticias tratarán de las reacciones de unos y otros con la noticia anterior. Como noticia internacional, se nos da una sesgada crónica (y digo bien crónica, porque parecía más opinión que noticia, o al menos una combinación de ambas) de las negociaciones del Eurogrupo con el gobierno griego.

Volvemos a España, la siguiente noticia nos habla del aumento de la presencia policial en zonas turísticas este verano. No solo nos intenta vender un estado policial con la propia publicidad institucional, sino que nos meten una especie de publirreportaje donde "gente de la calle" opina, siempre positivamente, sobre el aumento (no siempre justificado) de más presencia policial.

Como segunda noticia internacional y, ojo porque está sobrepasa lo ridículo, las imágenes de una joven borracha encima de uno de los leones de mármol de Santa Croce en Florencia. Una noticia que difícilmente ha tenido difusión en Toscana (la región donde se encuentra Florencia) parece ser suficientemente relevante para un informativo en España. Nacional. De la televisión pública. En fin...

Tras los panfletines del PP y sus cambios políticas, de lo mal que les va a Grecia por querer cambiar las cosas con Tsipras, de lo seguros que vamos a estar este verano con más presencia policial y de saber que alguien se ha subido a un monumento en otro país, pasamos a los sucesos.

En este punto, el de los sucesos, la televisión (como medio, no solo la pública) hace ya unos años que parece haber aprendido de programas como Impacto TV. Esto es, hablar con testigos, conocidos, la viuda de alguien asesinado que llora o reconstrucciones innecesarias de los hechos; hacen las delicias de todo morboso. En esta ocasión hablaban de los ahogamientos de niños en piscinas.

Después deportes. Y eso fue todo. Ese fue el telediario. Nada sobre el drama de los inmigrantes en la frontera Francia-Italia. Quizás porque las devoluciones en caliente no son noticia ya en un país que las practica a diario en Ceuta o Melilla, o porque España es uno de los países que se opone al sistema de cuotas de refugiados. De personas que escapan de la guerra, de la miseria, de la muerte. Como nosotros cuando nos exiliamos en Francia o Sudamérica durante la guerra. ¿Tan difícil es de entender?

Hay tantas noticias internacionales ignoradas, Reino Unido quiere cambiar su declaración de derechos humanos, los Rohingya siguen en mitad del mar rechazados por toda una nobel de la paz como Aung San Suu Kyi, mientras se encarcelan opiniones contra el sistema y avanza el neonacismo en Europa y escasea la tolerancia en general. Pero nada de esto importa, porque todos somos Charlie cuando nos interesa y elegimos que lo no noticiable debe marcar nuestra agenda. 

Novedad, imprevisibilidad, grado de importancia o gravedad, relevancia de sus protagonistas, proximidad geográfica...son sólo algunos de los criterios que la teoría de la comunicación aplica a un hecho para identificarlo como noticiable o no. Desgraciadamente, ninguno de ellos parece cumplirse en el telediario apenas descrito. Los objetivos de un medio de comunicación deberían ser: informar, formar y entretener. Parecen haber mutado en lo que reporta el título de este post.

lunes

Cruce de lenguas: dos maneras de afrontar el mestizaje lingüístico

La supremacía de la vista es algo más que consabido, el ser humano es, prevalentemente, un ser visual; y como tal, prioriza o , mejor dicho, filtra todo aquello que percibe a través del tamiz de la visión. Sin embargo, uno de los mayores símbolos identitarios de las comunidades humanas se basa en otro sentido, concretamente el oído. Estoy hablando del lenguaje.

Nuestro lenguaje quizás no defina lo que somos, pero sí lo que parecemos ser. No son pocas las veces que he sentido que el español es una lengua caliente, mientras que el portugués retrae al oyente una sensación de tristeza. Es una de las formas de comunicación que nos distingue del resto de animales, somos animales sociales, a veces racionales; pero siempre hablantes.

No existe nada más identitario para una colectividad que un código común compartido. Es algo tangible en la península ibérica donde el euskera o el catalán, el valenciano o el gallego, el aranés o el bable son señas de identidad fortísimas, tanto como para sembrar una cierta (y lógica) duda sobre el concepto de nación en sus hablantes. Aquí en Italia, cada región tiene su propia lengua, algo que un europeo que viva fuera del país jamás esperaría. Y es que, aunque para ellos son dialectos, creedme cuando os digo que son auténticas lenguas que poco o nada tienen que ver con el italiano. El napolitano, el genovés, el romagnolo o el sardo, tiene estructuras gramaticales, léxicos y vocabularios que no tienen absolutamente nada que ver con la lengua oficial del país.

Salvo contados casos como es el euskera, cuyo origen es ignoto y las lenguas nórdicas; todas las lenguas occidentales derivan del llamado latín vulgar, denominándose así lenguas romance. Esto es algo que todos sabemos. Por consiguiente, no existe una lengua (permitanme el término) genuina al 100%.
Es decir,  toda lengua romance está formada por numerosos préstamos de otras lenguas, romance o no. Modulados en función al propio léxico, adaptándose o bien,  respetando la forma de la lengua de la que procede.

Precisamente, en el campo de los préstamos, suele existir una controversia; especialmente con los anglicanismos. El tratamiento diferente de los extranjerismos no puede ser explicado desde el punto de vista meramente lingüístico, en mi opinión la cultura y sociología del país receptor tienen mucho que ver. Como trabajador en el sector del marketing (que ya denota su tendencia desde el propio nombre) veo cada día como los calendarios son timings, la fecha máxima de entrega es la deadline, la ventana emergente en web es un overlay o la zona dentro a la sangría en un diseño se transforma en la safe area. Saliendo de este ámbito, las cosas cambian si comparamos Italia y España.

En muchos de los ejemplos del párrafo anterior está justificado el uso del extranjerismo, en otros algo menos. Yo personalmente no me opongo a su uso, es más, si el usarlos sirve para sintetizar y economizar el discurso, creo que está justificado su empleo. Aún cuando exista en castellano una palabra que defina el mismo concepto. En España, la tendencia al respecto me parece en consonancia con la mía.

En cambio, la lengua italiana usa e incorpora numerosos extranjerismos conservando su grafía y pronuciación original (aun cuando existe la palabra en italiano y sin presentar ninguna de las características antes descritas al discurso) a diario. Basta abrir un periódico italiano para leer en sus titulares palabras como: blitz, flop, hit, cross, diktat, jobs act, business, leader, black block, bomber, press, match, escalation o weekend. Entre muchos otros términos.

Es aquí donde yo me pregunto ¿Por qué existe esta diferencia tan abismal entre los dos países? Dejando a un lado la existencia en España de una cierta vergüenza a pronunciar palabras extranjeras (especialmente en inglés) o de atribuir su pronunciación correcta a un tipo de persona esnobista, y sirva como ejemplo de esto la palabra Youtube y como viene pronunciada en España, o la palabra Wi-Fi; en castellano se tiende a adaptar a nuestro lenguaje los préstamos lingüísticos.

En Italia, sin embargo, como hemos visto, se evita a toda costa italianizar los nuevos términos procedentes de lengua extranjera. La persona que defiende que esto debiera hacerse, el adaptar las palabras al italiano, no es vista de manera positiva. La razón principal para dicha percepción es el fascismo y su influencia en el lenguaje.

No es extraño cuando alguien toca este tema con un autóctono italiano, que el interlocutor responda que el último que luchaba por decir términos exclusivamente italianos se apedillaba Mussolini. De hecho, el regimen fascista italiano prohibió por ley en 1940 el uso de términos extranjeros por considerarlos anti-italianos, so pena de cárcel. Así se hablaba de Carlo Marx, tassì en lugar de taxi o Tuttochesivede en lugar de panorama.

Esta extrema cruzada lingüística del fascismo italiano, no deja de impresionarme como hablante español. Dado que el franquismo no creo pusiera tanto énfasis en este aspecto, quizás también por razones geográficas respecto al resto de Europa.

Concluyo pensando que gracias al rechazo posterior al régimen autoritario italiano del pasado siglo XX, el utilizo de extranjerismos en Italia es tan exacerbado para el oyente español, relativizando así causas superfluas como el ser una moda el inglés o pensar que sea algo reciente. Algo más que comprensible, por otro lado. Este es otro ejemplo de que las lenguas son dinámicas, evolucionan y viven junto a sus hablantes. Pero también tienen memoria.

viernes

Pensamientos en claroscuro

Ayer fue un día negro, cuyo matiz grisácio se percibe aún en el ambiente. Ha muerto un compañero de trabajo en un accidente de tráfico, apenas superaba la cuarentena de edad y deja tres hijas; la mayor con 8 años. La muerte siempre es dura y omnipresente, al fin y al cabo es la única certeza de la vida; pero cuando se le ven las fauces, cuando la crudeza de su tez asoma, deja una sensación de ceniza en la garganta perenne. Un trago amargo que rebota en el corazón y quita el aliento.

Hoy es uno de esos días en los que vuelves a recordar algo que ya aprendiste hace mucho: que el mundo no se para por nadie. No quisiera ser cínico, dadas las muertes contínuas y evitables en el que es el mayor cementerio del mundo, como es el Mediterráneo. Pero cuando caes en la cuenta que esa persona a la que dijiste "hasta luego" un viernes no volverá el lunes, es realmente duro. La cercanía de la persona en estos casos cataliza el dolor.

En semanas como ésta, incluso me gustaría creer en algún dios, algo que permita aliviar el dolor y dar un sentido; pero no puedo, sería además un camino demasiado fácil e incluso, en mi humilde opinión, una creencia que rezumaría ignorancia e hipocresía por mi parte.

No creo que exista un destino para cada uno de nosotros, el destino lo escribimos, casi siempre de manera involuntaria, en nuestras pequeñas decisiones del día a día. Nuestra concepción lineal y separada del tiempo (pasado-presente-futuro) nos impide comprenderlo, aunque podemos imaginarlo.

Como padre, la peor pesadilla es sobrevivir a un hijo; pero faltarle tan pronto no lo es menos, desde luego. Ser feliz en la vida independientemente de las circunstancias se transforma en algo casi dogmático, no opcional. Por eso hay que llenar de vida los días.

Este texto no pretende llegar a una conclusión, ni siquiera es un homenaje. Este post no es más que pura reflexión libre. Es por entradas como ésta, que este blog se llama Brainsploiding.

jueves

El eterno pasante entre dos penínsulas

Entre dos penínsulas, con cuatro mares de testigo, el permanente estar de paso parece ser destino. No es algo para celebrar, ni tampoco un castigo; es lo que es, lo que hemos elegido, el amor mantiene a flote lo que distancia y tiempo podría haber hundido.

Familiares, amigos y familiares de amigos, me recuerdan el milagro del que soy testigo, no son minutos ni horas, ni kilómetros ni millas, ni conversaciones de menos ni palabras de más. Que no eran vacaciones sino mucho más que eso, que he dejado medio corazón en casa y el otro medio en el vestíbulo, pues corazón no falta cuando tantos te lo mantienen lleno.

No hay queja ni reproche, de felicidad reboso, tengo dos niñas perfectas a mi lado y millones de sonrisas que le ponen el broche. Tengo suerte, de la que se busca, de la que se anhela, de la que se obtiene pero no se posee, que si se detenta no aumenta; suerte que se valoriza a cada paso, que nos recuerda que el éxito no es más que no temer al fracaso.

Hace años decidí cotizar en escribir mi propia historia y tal práctica ahora parece estar en alza. Es por eso que entre dos penínsulas vivo, es en dos lenguas que pienso y por todos vosotros, y aquí quiero que os sintáis aludidos, por los que sueño.

martes

Eppur si muove

No me dedicaré a contar los lunares de la tierra quemada dejada atrás, tampoco pasaré mis días impregnados en memorias de alquitrán. No fui nunca pirómano de recuerdos ni artificiero de futura realidad, nunca busqué un aplauso en la metrópolis ni una placa en el valle del homenaje. Cada letra es un viaje, con más que paradas: paraje.

Quise ir de vacaciones a Urano sin considerar Saturno y Neptuno, me equivoqué, no en vano. Por tener consecuentemente los pies sobre este mundo; para caminar sin más sandalia que la callosidad de la experiencia. Pues con el tizne bien reciente y las tintas recargadas, pergaminos de translúcida mirada me encuentro una vez en cada intento de estocada. Con estoico esfuerzo, la tinta desparramada.

Quiero componer y compongo la obra más perfecta. La intención es lo que cuenta excepto en amor, alquimia o ciencia. Pues de lo primero se trata hacia realidades diversas, combinadas en amor de padre y el amor a la acuarela que con pintura mental se expresa y mundos velados al lector refleja.

Hoy como tiempo metafísico no empieza nada, nada que no haya empezado. No se desvela la trama, no se acrecentan los rasgos, no se describen penurias de la sílaba perdida en el éter de una crisis creativa, no hacen falta siete días ni un domingo de trabajo. Nada de brujería, pero sí un mágico encanto. Un encuentro con la rima que se desnuda a cada paso.

Empezó un verano extraño con un regusto esotérico que deja el paladar estimulado, para continuar en la excepción que a la norma fecunda, ahora no hay quien lo pare, ni la pereza más absurda. La abstracción obligada tras la mirada de los mil metros, no es más que otra manera más de hacer del despertar un verbo que su etimología merezca. Bienvenidos a la prefacción, a la anatomía del discurso, a la canalización en la tinta en mis mundos mudos, bienvenidos al suburbio de la burda realidad cambiante, a los sonetos inconformes. Obligado a no obligarme que en plena época de obligatoria excitación, sea ésta quien sucumbe.

Larga vida a la escritura, a los relatos y rimas. A mi mundo entre comillas, el epílogo no lo conozco ni seré yo quien lo escriba. Que la inspiración venza al belicismo de batallas perdidas. Una letra en cada sitio en que la musa de turno decida. Es así, párrafo a párrafo, que mi mundo interior gira.

miércoles

Cuatro de marzo de dos mil catorce

Cuatro de marzo. Hoy hace un año del brillo de aquella lágrima, del ronroneo visceral previo al nervio y de las miradas al infinito con abrazos de cariño recíprocos. Silencios eternos y voces temblorosas. Hace exactamente un año, miramos a la vida con valentía, decidimos que éste era el momento, que estábamos preparados. Hace un año, nos encontramos en el umbral de un maravilloso cambio y decidimos traspasarlo. Supimos que nuestra niña venía.

Luego siguieron dudas y más dudas, preocupaciones que hasta ese momento no te planteas y un sólo deseo: salud, salud y más salud, traducido en la banalidad de un "que todo salga bien". Sonrisas y lágrimas siempre por la misma causa: la ilusión, la alegría, la esperanza de una vida cada vez más presente en corazón y mente.

Una nueva vida nos esperaba y mes a mes la espera nos impacientaba aunque al mismo tiempo sabíamos de estar viviendo algo único y en ese ocèano de emociones navegábamos, sin prisa, sin pausa.

Supimos que era Ella. Fue entonces cuando mágicamente las ninfas del mar nos prestaron su inspiración para convertir a Nerea en nuestra musa.

Fueron meses en los que apenas hacía nada que no fuese escribir, en verso y prosa. Manchando y machacando hojas y hojas de cuadernos que aún relleno. Creando probablemente los textos más bellos que jamás hubiera podido concebir. Textos que guardo para mí y para mis niñas. Escritos que conservo con celo y que serán encuadernados algún día.

Y es que una hija es inspiración en su estado más puro. Pura vida pura, la máxima expresión de nuestra plenitud como seres humanos y es por eso que es poco el tiempo que pueda pasar junto a ella, junto a ellas.

Hace cuatro meses ese brillo de ojos se nos reflejó en las sonrisas y nuestro amor llegó. Amor con mayúsculas. Comprendimos lo que es amor incondicional y supimos por primera vez que se puede amar para toda una vida desde el primer instante.

Nada importa más que verla sonreír, nadie nos mira como ella, nadie es más importante. Ni nada ni nadie nos puede quitar nuestra alegría viéndola crecer, nuestro aplauso a cada progreso, nadie te avisa de lo que significa ser padre, entre otras cosas porque es difícil de explicar, son muchas emociones; todas positivas. 

Nueve párrafos para nueves meses de espera, para intentar dar a luz a una idea precisa. Miramos atrás y sonreímos. Hoy hace un año que nuestro amor se multiplicó por tres, dando como resultado, el amor de nuestra vida.  

viernes

La canción cíclica de los tiempos

Quisieron maniatarnos, destruir cada opinión y ahogar cada pensamiento. Intentaron que la represión física fuese miedo y que el miedo inhibiera nuestra psique. Procuraron los medios para torturarnos cuerpo y alma, para no querer más libertad. Nos metieron el miedo en el cuerpo, nos hablaron de guerras pasadas y amenazaron con guerras futuras, de bandos e ideologías radicales. De centinelas y colorados enemigos. Demonizaron libros, teatros y filmes; pero nos hicieron partícipes de la mayor puesta en escena de la historia reciente.

Han cerrado bocas con sueños materiales, han tapado miserias morales con abundancia efímera. Hemos tragado todos, con indigestión posterior para muchos. Hemos creído romper moldes, hemos pensado que éramos libres, nos hemos expresado sin ninguna censura cultural. Todo se ha podido decir, todo se ha podido reivindicar. No nos hemos dado cuenta que la única censura era la económica, que si nos han dejado, es porque ellos han ganado.

Tienen razones para preocuparse, quieren que sigamos el guión, que vivamos libres y gastemos. Desean que nos identifiquemos con una cultura “subversiva”, que seamos indie como protesta. Cuando indie no es independiente sino individualista. Quieren individualistas, que no importe el resto, pretenden que olvidemos de donde venimos para crearnos la ilusión de que sabemos a donde vamos. Se les rompe el plan, pero siempre tienen modo de ir hacia adelante. Se quebrantan libertades colectivas, pero se protegen previo pago aquellas individuales. Cada uno en su burbuja, que consuma, da igual el mensaje. No es la cultura, sino la finanza la que censura.

Se darán cuenta de que no funcionará, de que siempre habrá disidencias. Pretenderán ajustar todo mediante presión social, esa gigante fagocitadora de anhelos y aspiraciones. Inventarán peligros, recordarán el pasado, sabrán que con su crisis camuflada de estafa (o viceversa) ya pagaron, ya ganaron, ya engañaron, ya colonizaron. Volverá el terror, nos meterán el miedo en el cuerpo, nos hablarán de guerras pasadas y amenazarán con guerras futuras, de bandos e ideologías radicales. De centinelas que tendrán derecho a detener o matar con la legitimidad porque ésos que mueren serán los terroristas. Demonizarán a los de siempre, prohibirán ser libres con instrumentos de comunicación, nos harán tener miedo de nosotros mismos y no de ellos.

Les gustaría que no lo supiéramos. Que aceptáramos sin más pesquisas. Quisieran que no sospechásemos lo que nos viene encima y que fuésemos fieles a la historia que han creado, a su historia. Sería perfecto si no nos percatáramos de que la histeria colectiva se transforma en historia colectiva (o viceversa). Quisieran que permaneciéramos en nuestras burbujas de individualismo hedonista, que no nos arriesgáramos a perder todo para ganar libertad, que la sociedad durmiera, canalizar nuestros miedos, nuestro terror. Que nadie hablara de terrorismo de estado

Eso querían, eso han querido, eso querrán, eso quisieran. Por eso, lucha, infórmate, movilízate, fluye, únete, aprende, sé libre, de verdad: vive


miércoles

Belleza y guerra

Belleza, amo la belleza de la normalidad. Normalidad entendida como cotidiana, no como banal. Donde otros pasan de largo, yo me entretengo y veo luces de maravillosa y ordinaria belleza. Momentos preciosos de instantes que no acaban, porque el recuerdo los mantiene vivos. El detalle es detalle y no la clave que sólo a ojos del observador obcecado parece. No existe excusa para justificar una visión obtusa, no se puede respetar, no es posible. El hombre que va contra el hombre, va contra toda forma de respeto, y por consiguiente, de la belleza en sentido pleno.

Guerra sobre guerra la historia se repite. No hay guerra buena ni necesaria. No se puede hacer guerra por la paz. No se puede dignificar un asesinato, a nadie se le ocurriría; entonces, por qué un asesinato de masas debería ser algo digno. No se gana una guerra porque no es un juego, no existen héroes sólo asesinos a sueldo; ni trofeos de guerra sólo conciencias manchadas de sangre, de crimen, de horror, de la falta absoluta de piedad, de humanidad y cerrando el círculo, de respeto.

No existe espacio, ni físico ni mental, para resguardar todo el miedo generado, todo el odio que están alimentando, sin dar posibilidad a una legítima defensa; no asegurará nada más que penurias, hambrunas, venganza y atrocidades. Una vez alguien dijo que quien no protesta de frente a las injusticias, automáticamente pasa al bando opresor. Es cierto, se peca por acción y omisión. El colonialismo no acabó nunca. Europa abrió el camino, América lo sufrió en sus propias venas, sangrantes como nos recuerda Galeano, y continua en Medio Oriente. La espiral de violencia no para. Hablo de Israel pero también de las miles de guerras silenciosas en el mundo.

El exceso de ruido ensordece, como siempre los extremos se tocan paradójicamente. La atención mediática elige el pan de cada día, la indignación de cada día, al más puro estilo del Minuto de Odio Orwelliano. Hablo de Nigeria, Centroafrica o Tailandia, pero también de Ucrania, Siria o Libia. También de estados convertidos en campos de trabajo "legales" con nuestra tácita connivencia , con ciudadanos sometidos, en las regiones del Sudeste asiático, este de Europa y China.

Empecé hablando de belleza y el discurso parece haber derivado hacia todo lo contrario. Precisamente ese es el valor de apreciar la belleza de la pequeñas cosas, en un mundo con grandes monstruosidades, lo que hace la vida todavía merecedora de ser vivida. Quizás la unica evolución humana respecto al valle de lágrimas que representaba el vivir en plena Edad Media.