miércoles

La Red Única (Analizando el uso hodierno de Internet)

Internet ha cambiado con los años y con él nuestra forma de utilizarlo. Perdonad por el absurdo aroma a epíteto publicitario que rezuma la frase anterior; ya saben, aquello de la deformación profesional; pero sinceramente es cierto. Ya desde las teorías de la comunicación contemporáneas, sabemos que la audiencia no es estática y, por tanto, el uso que hace de los medios cambiará en consonancia al propio medio.

Mi generación lo ha comprobado con la televisión, aunque en menor medida que las anteriores con la radio. Respecto a internet, probablemente somos los últimos nativos no digitales que han conocido la red progresivamente, aunque integrados (además en el más puro sentido de Eco) en ella como cualquier nativo digital, haciendo desaparecer, al menos aparentemente, la brecha generacional respecto al medio.

La web es información y comunicación, una revolución para el mundo académico y laboral, dada la inmediatez relativa para ser documentado. En última instancia, la web es diversión y entretenimiento. Los de mi generación (que llamaré del 89) hemos vivido cronológicamente cada etapa. Hoy día, todos asociamos Internet a ocio, entretenimiento y comunicación; dejando a un lado el resto de los factores descritos que lo componen y le permiten ser un medio único en su especie.

En gran parte, la viabilidad económica del medio ha aportado su granito de arena para que grandes corporaciones y gigantes de la comunicación compren sitios independientes. Es curioso ver como la gente proclama que se informa por Internet porque la televisión y prensa manipula, pero lo hace leyendo la versión digital de los mismos medios o pseudoblogs asociados al mismo editorial de los soportes offline.

Por no hablar de las temibles (siempre en mi opinión) conclusiones del estudio del Pew Research Center  donde se evidencia que cada vez más gente se informa exclusivamente a través de las redes sociales, prevalentemente dos: Facebook y Twitter.

¿Por qué es esto temible? Primero porque son redes con la capacidad de borrar post, enlaces o comentarios que consideren ofensivos o fuera de la normativa de su sitio que por contrato has aceptado con el mero uso del social media.

Segundo, el sensacionalismo, el llamar la atención y la potencial viralidad de lo que se comparte están por encima de todo en estas redes, o mejor dicho, el criterio periodístico brilla por su ausencia, así imágenes polémicas sacadas de contexto o textos sesgados se expanden como la pólvora diariamente. Dando por cierto, en muchas ocasiones, cosas sin serlo (al menos) totalmente y sin una segunda fuente de información para cotejar (y en ocasiones sin ni siquiera la fuente original...)

En tercer lugar, estamos en un espacio pensado para la comunicación y el entretenimiento, no para la información. Puede parecer de perogrullo o una categorización innecesaria, pero creo que hace falta recordarlo. Las redes sociales, sobre todo Facebook, se utiliza como modo de mantener contacto con amigos, familiares, conocidos y líderes de opinión. Como es obvio dicho todo lo anterior, tendemos a mantenernos en contacto con personas cuyos pensamientos, opiniones o modo de vida se parecen más a los nuestros. Como consecuencia lógica, la imparcialidad de lo que leeremos será cuanto menos controvertida, mucho más si como dice el citado estudio, usamos exclusivamente estas redes para informarnos.

Afortunadamente no fue siempre así, hubo un tiempo en el que se entraba a la red para leer. En este punto, se descubrió una de las mayores potencialidades de la red: poder crear contenido propio para ser divulgado mundialmente. Cierto que se creó también una burbuja, todo hijo de vecino tenía un blog, muchos con contenidos de baja calidad o textos copiados de otros blogs o sitios; además de una cierta especulación al pretender monetizar la actividad de la bitácora, por encima del propio contenido del mismo, que es su esencia. Algo parecido a lo que sucede hoy día con Youtube; nos hemos cansado de leer, nos exige una concentración que hoy día no tenemos tiempo de tener. Vamos con prisa hacia ningún logar, parece estar prohibido aburrirse.

Pero no nos perdamos en excepciones, los especuladores siempre aparecen cuando hay una novedad a explotar, pero el tiempo los pone en su sitio. Hablo de blogs documentados, en los que merece la pena zambullirse y leer, leer otras opiniones y puntos de vista. Si sabéis otras lenguas, decubriréis cosas interesantísimas sobre otras realidades distintas a las vuestras; sé que es fatigoso y requiere tiempo encontrar buenos blogs. Al fin y al cabo, Youtube killed the blogger star y la denominada blogosfera es un gran cementerio de elefantes, con muchas y brillantes excepciones que guían el camino.

No tengo nada en contra con el hecho de informarse por la versión digital de medios convencionales o por redes sociales. Simplemente digo que quien lo hace, no se está informando objetivamente ni está escapando de líneas editoriales. Es decir, no se diferencia en casi nada de aquel que lo hace por los llamados medios convencionales.

Toda vez que los especuladores dejaron la blogosfera para explorar Youtube. Existe un universo que aún goza de algo de libertad en la red, probablemente sea un nostálgico, pero echo de menos saltar de blog en blog leyendo textos de personas independientes, informados, que escribe por el mero placer de hacerlo. En esta tónica quiere encajarse Brainsploiding, y esa es su mayor fortaleza. Perdonad si acabo el post con otro epíteto publicitario (deformación profesional, ya saben); pero también en este caso, no por obvio es menos cierto.