martes

Triste adivinanza

Imaginad vivir en una ciudad, en principio en algún lugar de un gran país avanzado, y un médico os diagnostica diabetes, enfermedad gravemente preocupante por su creciente y epidémica expansión. Porque si hace un tiempo el pobre comía menos que el rico; ahora come incluso más cantidad, pero de comida basura, que le acerca a enfermedades legadas a la obesidad, excesos de azúcar y consumo de alimentos procesados en exceso. Por todo ello, imaginad que os toca a vosotros.

Pensad ahora que os cueste la mitad de vuestro sueldo tratar vuestra dolencia, o en el peor de los casos, imaginad que sois desempleados o (algo más frecuente en el país) trabajáis de sol a sol por un sueldo de miseria. La famosa precariedad laboral.

En cualquiera de las dos situaciones actuales, dependes económicamente de otra persona, un familiar por ejemplo, cuya situación económica no es la mejor. Es tu salud la que está en juego, pero es tu dinero lo único que cuenta en este país para curarte. Las farmaceúticas suben a su antojo el precio de una medicina que salva la vida a ti y millones de enfermos crónicos. Ganancias aseguradas, todos pagan por vivir. Pero, ¿y si no pagan?

Diré solo iniciales, para que el lector intente adivinar el lugar del que hablo. ASH, con 26 años, murió este año por racionalizar y autoreducirse las dosis de insulina, para ahorrar ese gasto en este caso a su madre...porque en ese país, su salud era un privilegio privado.

Lo preocupante de todo esto es que no es un caso aislado, en un país que tiene un problema con los opiáceos y su consumo excesivo. Un país en el que, al 1 de septiembre de 2019, ha contado 9.930 víctimas mortales, de entre las cuales 2.521 menores de 17 años, con un total de 37.651 incidentes con armas de fuego. Números de país en guerra...

Este país además, tiene un despiadado líder que nega la evidencia climática y cabalga sobre eslóganes populistas dejando caos y crispación a su paso. Un oligarca creador de desigualdad con ademanes de dictador. Y lo que es peor, modelo para muchos de sistema económico y social (el país en sí, no así, espero, su líder actual). ¿Adivináis el país?

En algún lugar de un gran país, olvidaron construir... como decían los Duncan Dhu a finales de los años ochenta. Ese lugar es Estados Unidos, y es que, en este lugar prefirieron dedicarse a destruir.