miércoles

Ética difusa cotidiana

La ética no se puede negociar. Si ser racionales nos identifica como humanos, es la ética la que nos permite ser animal social. El problema de la ética (no confundir con el moralismo o el buenismo) es que tiene extremos difusos que no pueden ser recalcados de manera objetivo. No son pocos los dilemas éticos que me planteo cada día, y estoy seguro que no soy el único que se los plantea; como de que la respuesta que les damos depende del punto de vista del que se los observa.

No es la primera vez que abordo el tema, que no haya un sueldo mínimo internacional, con tablas de equivalencia, para evitar la esclavitud o el trabajo infantil. Y sobre todo, un techo de sueldo, lo he tratado anteriormente en el blog. Hoy me ha llamado la atención al entrar en Twitter un hashtag patrocinado: #CronacheDiFrontiera (Crónicas de frontera) patrocinado por SkyTG24News, es decir, el canal de televisivo de noticias 24 horas de la red privada Sky. En él como se puede intuir, se intenta dar cobertura a la dramática situación en las fronteras del sur de Europa por el drama de la inmigración. Olvidando, por cierto, una de las más denigrantes en cuanto a violación de los derechos humanos: la frontera de Melilla con Marruecos. ¡Qué casualidad!

No es difícil imaginar donde salta el dilema ético. Por supuesto el flujo de personas que escapan de la guerra o del hambre es un drama ante el que se necesita actuar, actuar informados, lo que legitima una cobertura especial. Querer dar máxima difusión a través de las redes sociales a tal fin, parece lógico. Firmar la cobertura a un drama humanitario con tu marca (el objetivo de Sky no deja de ser ganar notoriedad y a fin de cuentas, su propio beneficio económico como toda empresa privada) y pagar a un soporte (en este caso Twitter) para que todos lo vean, da lugar a cierta controversia. Al menos para mí.

Es el matiz publicitario lo que molesta. El hecho de pagar y firmar una comunicación camuflando todo bajo una acción de supuesta información sobre el mayor drama de nuestros tiempos. De alguna manera frivoliza a esas personas, como si conveniera que continuase su drama para seguir informando y ganando notoriedad. Seguramente (espero) no sea así; pero deja esta sensación.

Un caso análogo, aunque en menor medida, sucede con la publicidad del tercer sector. Que una organización que lucha por los derechos humanos pague para posar en medios junto a marcas que oprimen en países subdesarrollados (directamente o a través de subcontratas) como Samsung, Apple, Nike o Adidas...sólo por mencionar algunas marcas, deja algunas cuestiones éticas abiertas. Me gusta pensar que estas organizaciones pagan menos por esta visibilidad o no lo hacen. En caso contrario, éticamente dejaría mucho que desear.

Por último, hubo una situación que viví hace unos meses en un autobús de línea en Florencia que me dio que pensar. Explico el contexto: delante de mí, una madre con su hija de unos dos años. En la siguiente parada, subieron tres mujeres asiáticas, probablemente chinas, que no paraban de mirar disimuladamente a esta madre con su hija hasta que bajaron del autobús. Entonces me di cuenta de que la hija tenía rasgos orientales, que la madre no, por lo que probablemente era adoptada (o su padre era oriental). Aun si éste no era el caso, existen muchos padres que se ven avocados a adoptar por diversos motivos, algo más que respetable.

La cuestión moral de lo anterior me abordó en cuanto a adoptar personas nacidas en otro país, y sobre todo, en países desfavorecidos. Ese matiz etnocentrista de dar "otra oportunidad" a esa persona en un país con menos desigualdades. La bondad de esta acción es legítima aunque se debate en una línea muy estrecha en cuanto a la pérdida de identidad de los niños adoptados, esa especie de salvación de personas llevándolas a tu realidad, en lugar de ayudarles a mantener su cultura y su identidad, permitiéndoles llegar a tener una vida digna en sus países de origen.

Sé que cierta interpretación de mis palabras, puede acabar tildando de racismo el párrafo anterior. Interpretación errónea, ya que no veo negativo en sí este tipo de adopción. Pero entiendo que va estudiado caso por caso, y que siendo el objetivo aumentar la calidad de vida de un niño chino (por poner un ejemplo) hay muchas formas de luchar contra las desigualdades que sufren, promovidas por empresas mayoritariamente americanas y europeas, antes de hacerlo escapar en una especie de éxodo a la tierra prometida.

He conocido de primera mano casos de niños saharahuis que venían adoptados en España y os juro que en un momento dado sentían un cierto sentimiento de culpa por haber escapado y no arreglar la situación en su país natal o lo que es peor, rabia a sus padres adoptivos guiada por la impotencia de no haberlo podido hacer.

Como decía al empezar este post, son dilemas éticos que me invaden el pensamiento cotidianamente. No son los únicos ni los más importantes, por supuesto, pero tampoco desdeñables. No tiendo a ser pragmático, pero haciendo una excepción, si este artículo sirve para que alguien se replantee el mundo en que vivimos, este blog seguirá conservando su razón de ser.

viernes

Sobre independencia, secesión y democracia

Este texto lo escribí hace mucho tiempo y estaba entre los bocetos del blog. No se permitió una consulta popular democrática en su momento y ahora, con elecciones plesbicitarias en vista, todo se ha polarizado. A continuación el texto original:

Soy andaluz y por extensión español y estoy a favor de la consulta en Cataluña. ¿Tan difícil puede ser entender que apoye un evento de participación ciudadana en mi país aunque sea en otra comunidad autónoma? Os aseguro que en ningún lugar de Europa lo sería, pero claro, Spain is different, muy a nuestro pesar. 

Sé cuanto se habla de la marca España, de la Unidad, de una sacrosanta Constitución y del ridículo que este gobierno hace de contínuo internacionalmente. Pues bien, soy español y vivo desde hace más de cuatro años fuera, y os aseguro que el ridículo de nuestro país es aun mayor del que muestran las noticias cada día. Las personas de distintas nacionalidades que he encontrado y han visitado España, dicen tener miedo de una policia fascista que primero golpea y después pregunta, de un gobierno que hace las cosas a base de decretos, que comparece sólo a través de un monitor, que está implicado en casos de corrupción graves ante los que lo único que queda son los chascarrillos del “salvo una cosa” o el “ya tal”, en los que se encarcela gente que lucha contra desahucios, se inhabilitan jueces con una facilidad pasmosa, se prohíben conciertos y se multa a gente reunida en parques a las 12 de la mañana, se deja en libertad banqueros y se indultan políticos. 

La gente que me pregunta preocupada, y no es gente precisamente ignorante, sino estudiantes y licenciados en ciencias políticas internacionales, por la dictadura enmascarada de España, por la persecución en las redes sociales, por la imposición de una monarquía anquilosada y la insultante impunidad de una clase política, la compra de los medios y en particular, la falta de libertad, se sorprenden aun mas de la falta de libertad cuando entro a contar detalles, como la no asistencia a inmigrantes, cuya petición en otro país correspondería a partidos de extrema derecha y serían suspendidos.
No son pocos los que ademas me preguntan cómo es posible que un gobierno democrático suspenda una consulta popular. Yo les respondo que tambien ha ignorado ya iniciativas populares y clamores mayores. Os aseguro, catalanes y catalanas, que en Europa la mayoría de personas racionales apoya la consulta, yo me incluyo. 

Porque no, apoyar la consulta no es apoyar la independencia. Es apoyar la democracia. Al igual que no significaba ser republicano apoyar una consulta sobre la monarquia. La democracia supone aceptar el resultado de un referéndum, la soberanía del pueblo, un ejemplo se encuentra en Escocia donde jñovenes pro independencia lloraban por las calles y se lamentaban, pero aceptaban con tranquilidad el resultado. Tampoco creo que la suerte de una región la deban votar todos los ciudadanos del país como sostiene la derecha española, o al menos, no en el primer momento. Sí en una fase decisiva.
Somos un país de pandereta, de clichés, que vive de turismo y subvenciones a partes iguales, con un paro insultante, lleno de políticos ineptos que acaban como directivos en multinacionales y bancos que mandan a sus cachorros a formar la nueva generación de políticos, y así se cierra el círculo. La falta de democracia en Cataluña nos afecta a todos y todas, sino directamente, sí potencialmente.

Cataluña debería haber podido votar, pero votar informada y es precisamente aquí donde radica el mayor fallo de la democracia, en su esencia, el poder radica sobre el pueblo, y no podemos negar que gran parte de la humanidad es ignorante, de manera activa o pasiva, por inercia, inacción u omisión; pero su voto debe ser respetado. Os lo digo desde el país que eligió Berlusconi porque les prometía salir de una crisis económica y la creación de millones de puestos de trabajo en 1994, sin embargo Rajoy en España ganó prometiendo...exactamente lo mismo. Saquen sus propias conclusiones.

lunes

La máscara que servía de cáscara

Sin su careta el funambulista perdió el norte,. Hasta entonces el contexto siempre le pareció bien delimitado, a veces más seguro, otras frágil y dócil cual pantalón vapuleado en un tendedero por el huracanado viento que antecede una tormenta de verano; pero al fin y al cabo: acotado.

El equilibrio se consigue caminando, dice a los inexpertos, a los que de simple equilibristas quisieran ser como él, hacer malabares sobre una fina cuerda, hacer piruetas y giros inesperados, todo ignorando la existencia de la cuerda tensa y el peso de la gravedad. Esa impasividad atrae, se confunde con seguridad propia. A veces más por contexto y comparación que por real, quizás el gato sea fiero comparado con una tortuga, pero no con un lince.

Esa careta no se la quitó nadie, tampoco la dejó olvidada; se deshizo con el tiempo, con la erosión de vientos fríos que camuflaban la humedad en continuo incremento cuyas trazas calan hondo en apenas segundos. Sujetó con todas sus fuerzas lo que quedaba de ella, no era posible, no lo fue. Tuvo que aceptar y continuar, intentar no retroceder, no ceder ni exceder, buscar el término medio como táctica, apuntar a lo máximo como estrategia.

Buscó origen de cada uno de sus juegos, se apasionó por otros trucos, otros circos y otras maneras de manterner el equilibrio. Abandanoba cada noche lo que el amanecer le traía, ignorando los aplausos que en silencio se ganaban. No alzaba la voz, tampoco buscaba un foco. Pero llamaba la atención, más que su voz, su eco.

En un punto de inflexión, como borde de abismo infinito, la máscara se volvió cáscara y por ello desechable. A cara desnuda mira ahora el mundo, siempre en equilibrios imposibles, siempre evitando inercias aunque apoyándose a veces impasible. Descansando en cada sombra, reflejando cada rayo. En un océano de cotidaniedad el funámbulista construye su barco, con dos mástiles bien fuertes y tres fieles compañeros de viaje. Las cartas de navegación no sirven, ni remeros, ni equipaje. Sin su careta perdió el norte y a sí mismo se ha encontrado.