Al mismo tiempo, todo debe ser apuntado. Nada se desprecia, nada se evalúa, todo es derivable. Aqui existen tantos métodos como personas, puede ayudar un texto, unas palabras o puede hacerlo un dibujo o hacer un pequeño esbozo. De aquí la necesidad del trabajo colaborativo, de la necesidad de reunirse y colaborar.
Llega el momento de llevarlo a cabo, una de las ideas es demasiado simple, dices: "eso lo podría haber pensado cualquiera" le das mil vueltas, aunque la dejas. Ahí algunas más, no puedes evitar sentir afinidad por alguna en particular y confías en que sea aquella que "gane", mientras llevas adelante lo que en tu mente son alternativas. Confrontaciones y mas confrontaciones, las ideas no son adaptadas a quien debe usarlas, vueltas y vueltas, y nuevos briefing llegan...
Al borde de la locura, tu sales por esa puerta y es tiempo de ocio, pero tu mente no entiende de horarios. Es un estado obsesivo-adictivo, no tan placentero cuando llegan las llamadas crisis creativas (meritorias de todo un escrito aparte). Pero llegará el alumbramiento, ese click, eso que se suele revestir de mágico y que siempre parecerá fabuloso en el primer momento y solo un mero esbozo inacabado cuando toque defenderla ante la realidad de las cosas. Obviamente, ese alumbramiento no es el fin, sino el comienzo de nuevas fases, más y más trabajo...
Llegas al día de la presentación, conoces los conceptos mejor que los nombres de tus primos. Sigues teniendo cierto afecto a esa idea tuya revolucionaria, aun así existe otra que piensas que cogerían, otras ideas mas irrealizables y aquella que pensaste en descartar por simple, pero te aconsejaron incluir. Una o dos semanas después, comprenderás lo frustrante de la profesión, el porqué debes interiorizar el trabajo pero sin involucrarte emocionalmente, ganó la idea simple. "Esa que la podría haber pensado cualquiera", precisamente por ello.
A todo esto sigue la materialización del proyecto para su ejecución: storyboards, esbozos, banca imágenes, copys, castings y sobre todo cambios, muchos cambios. Hasta que la obra pasa a producción. Se acabó, trabajo realizado. Trabajo que se interioriza; que tiene algo, sino de artista, sí de artesano, pero que no deja de ser un trabajo, una obligación, no merece unas gracias porque es tu deber. Debes empezar una y otra vez este proceso, mientras corriges textos o ayudas a redactar presentaciones y comunicados de prensa.
Esto es solo una aproximación a lo que se hace en creatividad publicitaria según mi propia experiencia, eludiendo la parte de reuniones con el cliente que también se hacen, aunque teoricamente corresponda a los ejecutivos y directores de cuentas. Concretamente, la de un copy, que hace labores también creativas propiamente dichas. Imaginad esto compatibilizado con la labor de organizador de eventos y en una lengua que no es la tuya. Esto es lo que me ocupa desde hace año y medio en Italia. Y, aunque alguno piense que esté loco, lo que me encantaría seguir haciendo el resto de mi vida laboral...