jueves

Salto al vacío. Osadía y magia.

Cualquier cosa que puedas hacer o soñar con hacer, ¡comiénzala! La osadìa està llena de genialidad, poder y magia (Johann Wolfgang von Goethe)

Un curso de operador de cámara, el nivel C1 de inglés o una segunda carrera en Psicología. Sin olvidar o pasar por alto culminar mis bocetos de currículum creativo, hacer teatro o intentar publicar algo de lo que tengo escrito entre todas las libretas y cuadernos de casa. Son sólo algunos ejemplos de como el ser humano en general y yo, en particular; somos capaces de gestionar la frustación de no conseguir nuestras metas alejándolas de nosotros.

Pensamos, planteamos, planeamos y descansamos. Y vuelva a repetir el ciclo. Alejando así el inicio, el primer paso o, en mi caso lo que más me cuesta, la prosecución de un segundo paso que confirme el empeño en lo que se hace. Comenzar algo nuevo es salir de la zona de confort porque supone entra en un estado de incertidumbre e incluso pánico, pero es la única manera de aprender y evolucionar de alguna manera.

Pero un nuevo inicio no es solo un estado mental, pues debe seguirlo una acción y para ello predisponer de un espacio y un tiempo, físico o mental que sea, en el que desarrollarse. La enfermedad del siglo XXI es la impaciencia, no tenemos tiempo para nada que requiera tiempo, pero lo perdemos tontamente por miedo a aburrirnos. Y así se cierra una y otra vez un círculo vicioso. Y la vida pasa y el tiempo se escabulle. Y los días convertidos en meses denotan que nada cambia bajo el sol.

Es cierto que lo estoy dramatizando demasiado, puesto que empezar algo nuevo no asegura su éxito, es más, hay más probabilidades de que acabe resultando algo diverso de lo pensado en inicio y por tanto se acerque más al fracaso. Pero es en ese camino audaz que nos abre la osadía de intentarlo donde podemos encontrar la linfa vital de la que surtirnos. Goethe habla de genialidad, poder y magia son tres palabras enormes y magmánimas, pero a pequeña escala nos podemos acercar a ellas todos los días.

Estamos hartos de escuchar y leer en mesajes pseudomotivadores (digo pseudo porque creo que sirven sólo como aspirina emocional, hace sentir bien en ese momento, se comparte, pero igualmente no conllevan a la acción de quien los recibe o lee) que si quieres conseguir algo debes lanzarte a ello, con cabeza pero no sin corazón y coraje. Nadie llega a sus metas sin esfuerzo pues sólo en el diccionario éxito va antes que trabajo. Conseguir que cada límite sea una oportunidad para aprender es una genialidad, afrontarlo con autodeterminación es un gran poder y superarlo, cuando parecía imposible, está lleno de magia.