jueves

Nosotros y ellos

"No tienes porqué tener una opinión sobre todo, pero si la tienes, que de verdad sea toda tuya"; esa fue la primera frase que me vino a la mente tras ver la reacción a los condenables (como todo atentado a la vida a manos de otro ser humano) actos terrorísticos de París. Me sorprendió la verborrea geopolítica en redes sociales, que a veces parecían ampliaciones de titulares o de memes que giraban por Internet; todo ello aderezado con tremendas dosis de hipocresía.

No voy a analizar DAESH ni los atentados, no creo tener preparación para ello, aunque no quita que me siga informando cada día. Me resulta llamativo acordarse ahora de que existen otros ataques terroristas a inocentes en otros países, recordar que El Líbano ha sufrido un ataque un día antes o de Nigeria, en una verdadera guerra civil (comparable por crueldad con la de Colombia y las FARC o la violencia institucionalizada contra periodistas y bloggers incómodos en México) con Boko Haram. Guerra que inicia a traspasar las fronteras de Chad y Camerún. No me pareció ver la misma reacción cuando Estados Unidos bombardeó un hospital de Médicos Sin Fronteras en Afganistán, a pesar de que sabían que era un hospital  y les avisaron durante el propio bombardeo. Tampoco muchos han comentado algo de la situación del Sáhara Occidental, tras las tremendas inundaciones de hace unos meses. Por ello, las dosis de hipocresía.

No son tiempos fáciles para la filantropía. Desconozco si era objetivo principal de los terroristas, pero lo primero que han conseguido es dividirnos (aún más). Hablar de nosotros y ellos. Nosotros contra ellos y ellos contra nosotros. Aplaudiendo una nueva invasión y cuestionando a los refugiados de guerra que se siguen jugando la vida con el único objetivo de no perderla, tan paradójico como suena.

Es inútil repetir lo que sabemos, que esto deriva del expolio de Afganistán e Iraq culminado en 2003-2006, aunque iniciado antes (esta última por cierto, de los países más avanzados y mejor tasa de alfabetización de todo Medio Oriente, antes de que Bush padre iniciara con los primeros bloqueos económicos, tras lo que vinieron las invasiones que todos conocemos). Es triste que se justifique otra invasión, no sólo por la invasión en sí, sino por olvidar que existen civiles, personas como nosotros, aunque para nosotros sean ellos. 

Estoy seguro de que a una gran parte de la población española le hubiera gustado que algún país democrático nos liberara del franquismo irrumpiendo en el Palacio del Pardo. Bombardear Madrid, Asturias o Granada no haría más que matar civiles, junto a los simpatizantes de la dictadura. Esto significa bombardear "zonas controladas por" el sistema opresor. Es el nuevo "daños colaterales", un baño de sangre de civiles.

En palabras de Javier Gallego (conocido como Crudo), en uno de los mejores análisis sobre el tema que he escuchado, los atentados de París han propiciado el click definitivo para justificar un excluyente o ellos o nosotros. Dice que las muertes de París nos afectan, porque son personas de nuestra cultura, que salen un viernes a cenar o a un concierto, en una ciudad que todos conocemos, de los que vemos fotos sonrientes, enamorados o bromeando, antes del atentado. Sin embargo, en Nigeria, Afganistán, Siria o Palestina solo los vemos muertos. No vemos sus vidas, e incluso nos sorprende que algunos vistan con vaqueros y camiseta como nosotros. No los imaginamos amando, divirtiéndose o bromeando, los podemos imaginar solo en la miseria y muriendo. No nos duelen tanto sus muertes porque no les concedemos la propia vida.

Son malos tiempos para la filantropía, como decía, y en este caso no son (sólo) cómplices los medios tradicionales, sino las redes sociales. Me preocupa la limitación de la diversidad en Internet, que todos hagamos lo mismo al encender un ordenador, con la inmensidad existente en la red. Me preocupa que trending topics y tendencias, canalicen la agenda, de lo que hablamos. Me da la sensación de que hay días en los que todos comentan una misma cosa en redes sociales, como sucedió con los atentados de París, como si no hacerlo significase no "estar en la onda" como cuando, valga el ejemplo banal, alguien no había visto la serie de turno de la noche anterior en TV. Creo que las teorías de gatekeeping y agenda setting se están cumpliendo también en el medio web, y que esta vez los usuarios somos más cómplices de ello que nunca. 

En mi opinión personal, empezar una guerra de nosotros contra ellos es algo equivocado, bombardear civiles no es una solución sino una fuente de dolor y refugiados. Sería interesante ahogar económicamente a países como Arabia Saudí o Qatar, donde algunos de sus ciudadanos (a través obviamente de asociaciones y organizaciones pantalla) financian el movimiento salafita que alimenta el terrorismo que nos ocupa. Bastarían sanciones económicas, pero no conviene, porque ellos han entrado en el juego neoliberal; compran nuestras armas y nos venden su petróleo a buen precio, han permitido la entrada de multinacionales para explotar su terrirorio. Algo que intentó proteger Sadam en su tiempo, y cuyas consecuencias aún colean hoy.

Perdonad si he acabado hablando de geopolítica en algún momento, no era mi intención, el primer problema es psicológico: perceptivo y emocional. No hay una lucha nosotros contra ellos. Debe ser todos contra la barbarie. Y bombardear civiles es siempre una barbarie, independientemente de que lo haga USA, Francia o las tropas terroristas del DAESH.